España podría ahorrar unos 3.300 millones de euros anuales haciendo un mayor seguimiento y control del consumo energético en el interior de los edificios, lo que supondría una reducción en factura de al menos el 25% de los gastos corrientes en electricidad, agua y gas, que el grupo consultor de ingeniería y servicios energéticos Euroconsult estima en 13.145 millones de euros.